Por Grupo LAR
Si acabas de comprar tu primer departamento, seguro que estás emocionado por empezar a decorarlo. Desde el color de las paredes hasta el material de los muebles, elegir los elementos adecuados te permitirá transformar tu nuevo hogar en un espacio acogedor y estilizado.
Un aspecto que muchas veces pasa desapercibido en la decoración es la elección de obras de arte. Si quieres integrarlas en tu vivienda, ¡lee este artículo! Aquí te mostramos cómo escoger cuadros decorativos para salas elegantes.
Antes de comprar cuadros para tu sala, es fundamental que tengas claro cuál es su estilo decorativo. Esto te ayudará a seleccionar obras que armonicen con el entorno. Recuerda que los salones elegantes también pueden ser modernos, minimalistas o eclécticos. Cada estilo tiene su propio lenguaje visual, y los cuadros deben coincidir con él.
Por ejemplo, en una sala moderna, las obras abstractas con líneas limpias y colores vibrantes pueden complementar perfectamente el ambiente. En una sala clásica, por otro lado, podrías optar por retratos o paisajes tradicionales enmarcados en molduras ornamentadas.
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La paleta de colores de tus cuadros debe combinar con la de tu sala. No es necesario que coincida exactamente con la tonalidad de los muebles o las paredes, pero debe armonizar con ellos. Esto significa que, si la estancia está decorada con colores neutros, te convendrá conseguir cuadros con tonos vibrantes para agregar un punto focal y dar vida al espacio.
En cambio, si la sala ya tiene muchos colores y patrones, una obra de arte en tonos más sutiles o monocromáticos puede ayudar a equilibrar el ambiente. Asimismo, puedes optar por obras que repitan algunos de los colores presentes en la decoración para crear una mayor sensación de cohesión.
El tamaño de estas piezas es un factor clave que puede realzar o desvirtuar la decoración de una sala elegante. Un cuadro demasiado pequeño en una pared grande parecerá perdido, mientras que uno muy grande puede abrumar el espacio. No lo olvides: la proporción es esencial.
Una regla general es que el cuadro o conjunto de cuadros debe ocupar entre el 60% y el 75% del ancho de la pared en la que se cuelga. Si estás colocando un cuadro sobre un sofá, asegúrate de que tenga un ancho de entre dos tercios y tres cuartos del ancho del mueble.
Esta proporción genera un gran equilibrio visual y garantiza que la obra se integre de manera armoniosa en el lugar.
El tipo de arte que elijas puede decir mucho sobre ti y el ambiente que quieres crear en tu salón de estar. ¿Prefieres arte abstracto, figurativo, impresionista o contemporáneo? Toma en consideración que cada estilo tendrá un impacto visual y emocional diferente.
En una sala de estilo minimalista, el arte abstracto es la mejor opción, ya que agrega un toque de creatividad y movimiento sin imponer un tema específico. Las obras figurativas, como retratos o escenas de la vida cotidiana, pueden añadir calidez y humanidad, siendo perfectas para quienes desean un entorno más acogedor en una vivienda rústica.
Las obras contemporáneas, con su enfoque en ideas innovadoras y técnicas variadas, pueden ser un excelente complemento para un hogar elegante y vanguardista. Como ves, ¡no hay límites cuando se trata de escoger arte para tu sala!
Tal como mencionamos en el punto anterior, un cuadro no es solo un elemento decorativo, sino una pieza de arte que puede tener un significado personal profundo. Opta por obras que te hablen a nivel emocional, que interpreten un tema con el que te sientas identificado o que simplemente narren una historia que te gustaría compartir.
Puedes empezar consiguiendo piezas de artistas locales que representen tu ciudad o país. Ahora bien, si quieres darle más personalidad a la estancia, anímate a tomar un lienzo y un pincel y haz tus propios cuadros que capturen momentos importantes de tu vida.
No te preocupes si no tienes habilidades artísticas avanzadas; un dibujo sencillo o abstracto puede transmitir más de lo que imaginas. Solo asegúrate de que los colores armonizan con la temática de tu hogar.
Aunque es crucial mantener cierta cohesión en la decoración, no tengas miedo de mezclar estilos y épocas en los cuadros. Una mezcla bien equilibrada puede añadir interés y profundidad a la estancia.
Puedes colocar un cuadro contemporáneo junto a una obra clásica si comparten algún elemento en común, como la paleta de colores o el tema general. La clave está en asegurarse de que las obras se complementen y enriquezcan mutuamente el entorno, evitando que una eclipse a la otra.
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El marco es casi tan relevante como el cuadro en sí, puesto que puede realzar una obra o restarle valor. Los marcos dorados y ornamentados son ideales para obras clásicas y salas elegantes de estilo barroco, art déco o glam, mientras que los de madera sencilla o metálicos funcionan bien con arte moderno en ambientes minimalistas.
También puedes considerar la opción de no enmarcar ciertos tipos de arte, como lienzos montados, para un look más contemporáneo. La idea es que el marco complemente la obra y no compita con ella por la atención.
Hasta aquí llegamos con nuestra guía para elegir cuadros para salas elegantes. Ten en cuenta los factores que mencionamos y no temas experimentar con diferentes estilos y colores. Con estos consejos, podrás transformar tu salón en una habitación única y llena de carácter. ¡Esperamos haberte ayudado!
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